Como se trata un esguince de tobillo

El esguince de tobillo es un desgarro o rotura de uno o varios de los ligamentos que forman la articulación. Para su tratamiento, lo mejor es recurrir a profesionales en fisioterapia como los que encuentras en http://www.valdepenasfisiosalud.com/, que tienen años de experiencia y que te podrán brindar un servicio de la más alta calidad

En todo caso, existen algunos consejos que se pueden seguir para que la recuperación sea completamente exitosa. Estos los he reunido en este post, con la finalidad de que puedas conocerlos y así lograrás recuperarte de una forma mucho más rápida y efectiva.

Consejos para el tratamiento de un esguince

Curar un esguince dependerá de muchos factores, puesto que cualquier movimiento indebido producirá problemas en el mismo. Por este motivo, te invito a seguir estos consejos básicos:

Descanso

Es indispensable tener en consideración que el reposo será fundamental para la curación adecuada de un esguince de tobillo. En todo caso se debe evitar en la medida de lo posible no caminar, y no apoyar el peso en el tobillo lesionado.

Debes evitar cualquier tipo de esfuerzo del tobillo por lo menos durante los primeros 10 días, aunque si el esguince es severo, se debe tener reposo por lo menos durante 45 días.

Hielo

Este ayudará a disminuir la inflamación del tobillo afectado, y es vital aplicarlo durante las 48 horas posteriores a que se produzca el esguince. En todo caso, se debe hacer por períodos de 20 minutos cada tres o cuatro horas para ayudar con la inflamación.

No se recomienda colocar el hielo directamente sobre la piel, sino que es mejor envolverlo en un trapo para evitar problemas como quemaduras en la piel.

Compresión

Es importante tener en cuenta el grado de la lesión, y si esta amerita o no inmovilización. A mayor gravedad se requiere un mayor grado de inmovilización, aunque si es una lesión leve, por lo general se aplica un vendaje de compresión. Sin embargo, se debe seguir la recomendación de un profesional de la salud.

Elevación

Para ayudar a la circulación de la sangre desde la herida, será indispensable mantener el miembro afectado elevado por encima de la altura del corazón. Esto permitirá que se tenga una mejor circulación, y así se evitará el acúmulo de sangre que pueda causar más inflamación.

Por otra parte, la fisioterapia suele ser de gran ayuda, y algunos casos pueden requerir de medicamentos para el dolor, pero estos deben ser recetados por un médico.